El entarimado y su colocación
Al
momento de colocar una tarima, es importante conocer el debido proceso por el
cual debe pasar dicho entarimado, primeramente se deben sujetar los rastreles a
través de las puntas de París. Cuando son trabajos donde la velocidad y el
tiempo juegan un factor importante, los entarimados deben ser provisionales y
de fácil retiro al momento de quitar, las puntas pueden estar clavadas
directamente a la superficie.
Muchas problemáticas son las que se presentan
al momento de realizar este tipo de labores pues, mayormente la cabeza de los
clavos quedan a simple vista, afectando la visualización estética de la
pavimentación además de su duración, esto se debe a que como es lógico el metal
es más resistente que la madera en cuanto al desgaste, lo que conlleva a que la
madera sufra, y la unión se mantenga igual.
Un entarimado realizado de esta forma, tan
veloz y provisional sufrirá siempre la madera, y al cabo de un tiempo de uso se
verá que la madera ha disminuido su nivel y quedará rebajada en comparación con
el clavado que mantendrá el mismo lugar que se le concedió desde un principio
al momento de armarlo. Además de que las cabezas que sobresalen pueden también
salirse de su sitio dañando la estructura.
La forma correcta de colocar el entarimado
Para poder clavar la madera en conjunto con
la unión y evitar entonces todo el daño antes mencionado, es menester conocer
que, para que se puede realizar de forma óptima y todo finalice en buenas
condiciones, el clavo debe ser colocado con una inclinación aproximada de 45°
con respecto a la superficie, y debe estar ubicado en la ranura de la hembra
para que el suelo de madera tape la cabeza del clavo sin problemas.
Aislamiento del entarimado
En caso de lluvias o acciones rápidas donde
la tarima exterior deba ser protegida o recubierta con algún aislador, el proceso más
óptimo, rápido, eficaz y eficiente para realizar dicha acción es y consiste en
intercalar entre rastrel y rastrel cualquier material conocido que posea
características que contrarresten la humedad, ya sea un fieltro aislante o una capa
de espuma de polietileno.
Para mejorar y aumentar la eficacia y
eficiencia en cuanto al aislante debe considerarse la ubicación donde las lamas
van clavadas, que lo recomendado es en el aislamiento sobre el solado, debe
estarlo cubriendo en su totalidad, y sobrepuestos a ellos deben ir los
rastreles sin inconveniente alguno, a pesar de ser un sistema flotante porque
los rastreles no se anclan en la solera.
En cuanto al aislamiento tradicional que aún
se mantiene vigente en algunos espacios bajo los suelos laminados, es menester recalcar que tiene como
ventaja ante el sistema antes mencionado, que el tradicional fija el entarimado
de forma tal que queda como si fuese un trabajo de suelo laminado, pues la
madera que va fijada al asfalto queda adherida al mismo muy fuertemente.
fuente: http://licenciaapertura.org
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